El tener una vida sin sueños es prácticamente como tener una caja de cartón vacía, puede servir para muchas cosas pero termina siendo un lugar hueco e inservible.
Empecemos por seleccionar el tamaño de la caja de cartón de acuerdo al tamaño de nuestros sueños. Podemos forrarla o simplemente dejarla en su color de cartón original, realmente la caja va a hacer la función de nuestro empaque, es decir, el exterior solo servirá como apariencia para transportar nuestros sueños y el interior será lo que realmente nos llene y nos haga feliz.
Ahora pensemos y escribamos todos nuestros sueños y todo lo que nos gustaría hacer en un papel. Es importante que sea un papel por sueño.
Clasifícalos y ponle divisiones a tu caja de cartón
Como todo en la vida, los sueños también pueden ser clasificados por alta, media y baja prioridad; a largo plazo, a mediano, etc. Por lo que vamos a poner unas divisiones de cartón a nuestra caja para hacer dentro compartimentos en los cuales podamos clasificar nuestros sueños.
Bien, ya tenemos nuestra caja llena de sueños para cumplir a través de nuestra vida. Es importante saber que estos sueños pueden ir cambiando de acuerdo a nuestro andar a través de la vida, por lo que tenemos toda la libertad y capacidad de cambiar algunos papelitos que ya no sean importantes para nosotros por otros que sí lo sean.
Seleccionando otras cajas de cartón
Ahora, necesitaremos seleccionar otra caja de cartón que será destinada para nuestros sueños cumplidos. Para esta no creo que sean tan importantes nuestras divisiones de cartón, ya que finalmente es un sueño cumplido, no importa que haya sido a corto, a largo plazo, etc. Simplemente ahora ya lo convertimos en una realidad, en un sueño cumplido.
Es igual de importante tener llena la caja de sueños como la de sueños cumplidos, ya que de lo contrario es como vivir una vida solo de ilusiones, la cual a la larga solo nos deja nuevamente como una caja vacía.
También debemos estar muy conscientes de que nuestra caja de sueños cumplidos nunca se va a llenar si esperamos a que los sueños se cumplan por sí mismos, recordemos que hay que trabajar para ir cumpliéndolos uno a uno.
Nuestras cajas de cartón al paso de los años
Algún día cuando pasen los años y revisemos nuestras cajas de cartón, seguramente nos traerán recuerdos de aquellos sueños que en algún momento creímos que iban a ser imposibles de alcanzar y que ahora podemos tomar esa parte de nuestra vida como algo rutinario, olvidándonos que en algún momento fue un sueño por el cual luchamos mucho para alcanzarlo.
Seguramente, al revisar estas cajas podremos recordar que esto que ahora tenemos no llegó solo, que se juntaron muchas cosas a nuestro favor (entre ellas nuestro esfuerzo) para lograrlo y que así poco a poco hemos ido logrando llenar nuestras cajas de cartón.
SERVICIOS EMPCA, algún día fue un sueño. Ahora es una realidad.